Diana Popa Senyuva es una Voluntaria de las Naciones Unidas que trabaja en la Oficina del ACNUR en Turquía, en el ámbito de la determinación de la condición de refugiado, y que realiza investigaciones sobre la situación y las condiciones de los países de procedencia de los refugiados. (Programa VNU, 2013)

Voluntariado de corazón

Los Voluntarios de las Naciones Unidas que trabajamos en el ACNUR tenemos la oportunidad de mejorar las vidas de los demás. Especialmente a la luz de los recientes acontecimientos en los países vecinos, y dado que la afluencia de refugiados ha aumentado y que ahora se necesita más tiempo para tramitar el creciente número de solicitudes de asilo, la contribución de los Voluntarios de las Naciones Unidas al ACNUR resulta crucial y el impacto de su labor incalculable.

Ankara, Turkey:  Soy de Moldavia y trabajo como Voluntaria de las Naciones Unidas en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Turquía. He vivido unos años en este país y he tenido la oportunidad de observar la actitud del pueblo turco hacia el voluntariado. En Turquía las personas se ayudan siempre unas a otras de corazón y con todo su corazón.

Los jóvenes son el motor principal que impulsa la creciente fuerza de voluntarios en Turquía. Para los jóvenes turcos es normal colaborar como voluntarios en algún tipo de asociación, organización o  club de estudiantes, realizando diversas actividades, como intercambios, iniciativas a favor del medio ambiente, trabajo humanitario y educación entre pares.

Esta tendencia aumentó en particular a finales de la década de 1990, pese al hecho de que, a veces, algunas autoridades estatales desconfían de las organizaciones de la sociedad civil.

Esta situación cambió en el pasado decenio y ahora muchos jóvenes deciden involucrarse y dedicar su tiempo libre a perfeccionar sus conocimientos y, al mismo tiempo, manifestar su compromiso cívico contribuyendo a alguna causa.

Quizás por este motivo el núcleo de la comunidad de Voluntarios de las Naciones Unidas que trabajamos en la oficina del ACNUR en Turquía está compuesto por jóvenes. Trabajar en el ACNUR como Voluntarios de las Naciones Unidas nos permite adquirir los conocimientos necesarios para desarrollar nuestras capacidades sociales y humanas, pero también nos permite dedicar nuestro tiempo, nuestra energía y nuestras ideas a contribuir al logro de los objetivos estratégicos mundiales del ACNUR.

Los Voluntarios de las Naciones Unidas que trabajamos en el ACNUR tenemos la oportunidad de mejorar las vidas de los demás. Trabajar en el ámbito de la determinación de la condición de refugiado ha sido una experiencia de aprendizaje interesante que ha valido la pena. Una parte de las tareas consiste en realizar investigaciones exhaustivas sobre la situación y las condiciones de los países de procedencia de los refugiados.

Especialmente a la luz de los recientes acontecimientos en los países vecinos, y dado que la afluencia de refugiados ha aumentado y que ahora se necesita más tiempo para tramitar el creciente número de solicitudes de asilo, la contribución de los Voluntarios de las Naciones Unidas al ACNUR resulta crucial y el impacto de su labor incalculable.

También creo que he aportado diversidad cultural a una oficina ya diversa, en la que auténticos profesionales y jóvenes licenciados trabajan codo con codo para proteger a los refugiados y buscar soluciones duraderas para ellos.


Artículo traducido del inglés al español por la Voluntaria de las Naciones Unidas en línea Luisa Merchán, a través del servicio Voluntariado en Línea del programa VNU.