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Judith Draleru (en el centro), es comadrona y presta sus servicios como Voluntaria de la ONU para el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA). Ofrece formación para personal local en técnicas de salvamento de vidas con el objetivo de reducir la mortalidad tanto entre las madres como entre los niños en Sudán del Sur. (UNFPA/TT, 2017)

Mi meta como Voluntaria ONU en Sudán del Sur es salvar vidas

Me llamo Judith Draleru Maturu. Soy de Uganda. Desde marzo de 2014, presto servicio como comadrona voluntaria de las Naciones Unidas internacional para el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) en Sudán del Sur. Trabajé como enfermera voluntaria y coordinadora de clínica con una organización comunitaria antes de empezar mi misión actual en el Hospital Universitario de Juba y la Facultad de Enfermería y Obstetricia de Juba (JCONAM). Dedico mi tiempo y mi energía para ayudar a reducir el alto índice de mortalidad en el parto (2,054/100,000 de niños nacidos vivos) en este país.

Las comadronas de Voluntarios ONU trabajan conjuntamente con voluntarios locales ayudando a reducir muertes evitables y mejorar la salud de madres e hijos en Sudán del Sur. Lideramos con el ejemplo, asesoramos, formamos y enseñamos en las aulas con el objetivo de impulsar nuestras metas. Facilitamos servicios de salud reproductiva sensibles a las cuestiones de género que abarcan desde la planificación familiar y el embarazo, pasando por los cuidados prenatales, el parto y el alumbramiento hasta los cuidados postnatales.

En Sudán del Sur, la alta mortalidad entre las madres se debe a varios factores prevenibles, entre ellos, el parto obstruido y prolongado, hemorragia, infección, eclampsia, y complicaciones derivadas de abortos peligrosos que necesitan de atención especializada. Necesitamos más voluntarios que aporten técnicas y conocimientos, así mismo, que brinden apoyo al equipo trabajando juntos hacia una meta común. Las estimaciones actuales muestran una reducción en el número de muertes maternas y yo creo que soy parte de este impacto, pero es necesario formar a más comadronas para continuar esta labor.

Mi mayor éxito está en el número de madres y sus hijos que han escapado de la muerte gracias a nuestro trabajo en equipo y de nuestros conocimientos. Felicito a los voluntarios por su gran trabajo en tiempos difíciles, a pesar de que no reciben un sueldo periódico—trabajan por su pueblo y su país. Promuevo el voluntariado como la herramienta esencial para hacer esto posible, sobre todo en lugares con escasos recursos."

Trabajo durante los fines de semana junto con otros voluntarios para mejorar el bienestar social de los huérfanos y otros grupos vulnerables. Hacemos visitas a domicilio, abogamos por el apoyo a los adolescentes y el empoderamiento de las chicas jóvenes para que no abandonen la escuela, también dedicamos tiempo a concienciar sobre la violencia por motivos de género. Les explicamos dónde obtener ayuda para conseguir apoyo material y ayuda económica para comprar alimentos para el orfanato y ofrecemos orientación profesional a los adolescentes.

Obtuve mi licenciatura en ciencias de la salud pública mientras trabajaba aquí en Sudán del Sur y conseguí una beca del Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR) para realizar un master internacional en gestión y resolución de conflictos —un sueño que hubiera sido imposible llevar a cabo si no me hubiera unido a Voluntarios de las Naciones Unidas. 

Esta es una experiencia maravillosa. He aprendido que el deseo de ayudar a otras personas es el mejor regalo que podemos ofrecer a los que más lo necesitan. Si entendemos a la gente con la que trabajamos, nunca nos abandonarán."

Estar en Sudán del Sur no me ha desestabilizado; Uganda comparte frontera con este país por lo que las comunidades en ambos países comparten ciertas características. La barrera del idioma se rompió fácilmente, ya que domino el ma’di y acholi, que son las lenguas que se hablan en el estado sudsudanés de Ecuatoria Central,  son comunes en Juba la ciudad en donde trabajo, aunque tuve que aprender algunas expresiones en árabe para comunicarme con las madres. Sin la bienvenida del pueblo de Sudán del Sur, no estaríamos aquí. Respetar la diversidad y valorar la contribución de cada individuo sin tener en cuenta su estatus es la base del éxito. 

 

Esta historia se preparó con el apoyo de la Voluntaria en línea ONU Erika Morris.


Artículo traducido del inglés por la Voluntaria en línea de la ONU Esperanza Escalona Reyes.