Basma Abdullah, Refugiada y Médica Voluntaria de las Naciones Unidas, presta servicios al ACNUR en el hospital Al-Hussein bin Abdullah II en Balqa, Jordania.
Basma Abdullah, Refugiada y Médica Voluntaria de las Naciones Unidas, presta servicios al ACNUR en el hospital Al-Hussein bin Abdullah II en Balqa, Jordania.

La participación de los Refugiados Voluntarios de las Naciones Unidas como agentes de cambio en Jordania

Los Refugiados Voluntarios de las Naciones Unidas contribuyen al desarrollo y al bienestar de sus propias comunidades y de las de acogida en Jordania. En este artículo, destacamos cómo el voluntariado puede servir de facilitador para los refugiados al hacerles participar como agentes de cambio y al brindarles al mismo tiempo oportunidades de subsistencia.

Tras la adopción del Pacto Mundial sobre los Refugiados por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2018, en colaboración con la a Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) , el programa VNU puso en marcha una iniciativa especial para facilitar el despliegue de personas al amparo del ACNUR como Refugiados Voluntarios de las Naciones Unidas, lo que les brinda la oportunidad de generar ingresos, que a su vez también les ayuda a desarrollar sus competencias y habilidades.

Desde agosto de 2021, el ACNUR ha desplegado 12 Refugiados Voluntarios de las Naciones Unidas en Jordania, lo que incluye a 10 médicos que prestan apoyo a la respuesta ante la COVID-19 en Jordania. Los otros dos trabajan como Refugiados Electricistas Auxiliares en los campamentos de Zaatari y Azraq.

Al hablar sobre los resultados obtenidos gracias al despliegue de los Refugiados Voluntarios de las Naciones Unidas en Jordania, el representante del ACNUR, Dominik Bartsch, destaca la utilidad de esta iniciativa especial del VNU y el ACNUR para involucrar a los refugiados como agentes de cambio.

Eyad Al-Masri (34 años), Refugiado Voluntario de las Naciones Unidas, tiene 16 años de experiencia en el ámbito de las redes eléctricas. En septiembre de 2021 fue destinado como Electricista Auxiliar al campamento de Zaatari, que acoge a casi 81 000 refugiados sirios.

Esta misión me permitió ayudar a las personas que se vieron obligadas a huir de sus hogares, como me ocurrió a mí. También me permitió adquirir una experiencia inestimable, lo que reforzó mi autoestima y el sentimiento de pertenencia a la comunidad. --Eyad Al-Masri, Refugiado Voluntario de las Naciones Unidas y Electricista Auxiliar del ACNUR en Jordania.

Para Eyad, ayudar a garantizar el suministro de electricidad a los habitantes de los campamentos destaca el valor de su trabajo, que consiste en supervisar y mantener la red eléctrica del campamento. Además, se dedica a informar a la comunidad sobre temas relacionados con la seguridad y el ahorro de energía.

Souzan Mansour (32 años) y Abdulrazzak Al-Darkashli (64 años) forman parte del equipo de Refugiados Médicos desplegado por el ACNUR para prestar apoyo a la respuesta ante la COVID-19 en Jordania en virtud de un acuerdo con el Ministerio de Salud.

Souzan fue enviada como Médica Generalista al servicio de urgencias del hospital Princess Basma en Irbid, el mismo centro en el que pasó un año de formación tras graduarse en la universidad en 2019. Para ella, esta misión le ha servido en especial para ganar experiencia en la comunicación con los pacientes. “También me permitió devolverle al país toda la hospitalidad con la que nos acogió a mí y a mi familia”, explica.

El voluntariado me hizo sentir más segura y ayudó a perfilar mi personalidad. Ha ampliado mis conocimientos y mi experiencia. Espero poder seguir contribuyendo al participar en más oportunidades que me permitan servir a mi comunidad. --Souzan Mansour, Médica Refugiada del ACNUR en Jordania.

A su vez, Abdulrazzak se unió al equipo de vacunación de la COVID-19 en el hospital Al-Bashir de Amán como Médico Generalista. Allí se le asignó la tarea de vigilar y tratar los efectos secundarios entre los destinatarios de la vacuna, es decir, los que presentaban reacciones alérgicas o padecían de afecciones subyacentes. Cuando algunas personas desarrollaban estas reacciones adversas, su función era responder rápidamente mediante el protocolo adecuado para garantizar su seguridad y bienestar.

“Después de haber pasado un tiempo sin desempeñar la profesión, esta misión me ayudó a recuperar la confianza en mí mismo. Poder poner de nuevo mis habilidades y conocimientos al servicio de los demás es muy gratificante”, dice Abdulrazzak.

Dominik Bartsch, Representante del ACNUR, aprecia mucho tanto la alianza como la iniciativa especial del VNU y el ACNUR.

Se trata de un enorme potencial sin explotar en términos de oportunidades, no solo para las operaciones del ACNUR, sino realmente para toda la familia de las Naciones Unidas. Se puede desplegar a los Refugiados Voluntarios de las Naciones Unidas en muchos programas diferentes y realmente veo un gran potencial para este centro. --Dominik Bartsch, Representante del ACNUR en Jordania.