Voluntariado por un desarrollo inclusivo

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentó un estudio en abril sobre la defensa de los derechos humanos en las comunidades Q’echi’s de Guatemala, con aportaciones de Voluntarias de las Naciones Unidas que realizaron visitas de monitoreo y recopilaron información sobre la situación de los derechos humanos en la región.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Guatemala presentó un estudio en abril sobre la defensa de los derechos humanos en las comunidades Q’echi’s de Guatemala, con aportaciones de Voluntarias de las Naciones Unidas que realizaron visitas de monitoreo y recopilaron información sobre los derechos humanos en las comunidades de Q’echi’s. Desde inicios de 2011, la OACNUDH Guatemala ha seguido de cerca la situación de los derechos humanos en el Valle del Polochic y, en particular, la situación de las comunidades Q’echi’s a raíz de unos desalojos ocurridos en la región en marzo de ese año, los cuales afectaron a unas 732 familias Q’echi’s. Las Voluntarias de las Naciones Unidas Oficiales de Derechos Humanos Rocío Mezquita (España), Marina Comandulli (Brasil) y Christina Papadopoulou (Grecia) realizaron visitas de monitoreo a la región Polochic con el fin de observar, monitorear y recopilar  información sobre las condiciones de vida de las familias desalojadas y la implementación por parte del Estado de Guatemala de las medidas cautelares para que se les asegurara la alimentación, la salud, la vivienda y la seguridad. A partir de la información recopilada, la OACNUDH decidió publicar un estudio, cuya redacción contó con los aportes de Rocío, Marina y Christina, que se hizo público en un foro organizado por el Grupo Interagencial de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas el pasado mes de abril. La Voluntaria de la ONU Christina Papadopoulou investigó las formas de defensa y organización social, así como la respuesta en términos de protección a nivel internacional y nacional por parte de las instituciones estatales. “Me ha dado una gran satisfacción estar trabajando en un equipo comprometido con los derechos humanos, me ha inspirado y me ha dado mucho ánimo y esperanza”, comenta Christina.  A nivel personal, añade, “me han impactado en lo personal  las condiciones de vida y de lucha del pueblo Q’echi’, su recorrido histórico, su unidad y su esfuerzo incansable”. “Como parte de mi trabajo, realicé visitas al terreno antes de los desalojos; pude entrevistarme con las personas y recoger información sobre las condiciones de vida de las comunidades, incluyendo la alimentación, la salud, y la vivienda, así como el acceso a la educación de las niñas y niños”, dice la Voluntaria ONU Rocío Mezquita. “Creo que aporté en todos aquellos aspectos en que la Oficina necesitó de mi participación, y que el trabajo se pudo realizar gracias al trabajo de varias Voluntarias de Naciones Unidas.” A nivel personal, Rocío explica que  haber podido ser parte del proceso de observación y elaboración del Informe le permitió “aportar mi granito de arena a favor de la defensa de los derechos humanos de las familias desalojadas, con la esperanza de que este estudio sirva como insumo para la reflexión de las partes implicadas, así como para impulsar políticas públicas estructurales a favor de las poblaciones indígenas y campesinas más excluidas y empobrecidas”.
Ciudad de Guatemala, Guatemala