Gracias a mi experiencia como voluntario me he dado cuenta de que la igualdad y la no discriminación —derechos humanos transversales— deberían ser defendidas y aplicadas por todos, independientemente de cuál sea su ámbito de trabajo, para lograr cambios en sus comunidades.
Como Voluntario de las Naciones Unidas Oficial de derechos humanos con la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (UNMIL), me dedico a realizar un seguimiento, investigar y denunciar violaciones y abusos de los derechos humanos, así como a desarrollar la capacidad de los asociados de la sociedad civil y las autoridades estatales.
Aparte de vigilar centros de detención, prisiones y celdas policiales, me encargo de crear redes locales de derechos humanos a las que ayudo a desarrollar su capacidad de vigilancia y promoción con el objetivo de construir una sociedad que respete los derechos humanos con dignidad, a través de un entendimiento mutuo y un diálogo pacífico.
Soy un instructor con experiencia que ha impartido sesiones de creación de capacidad a una variedad de beneficiarios, entre los que se encuentran la Policía Nacional de Liberia, organizaciones de la sociedad civil y agencias gubernamentales.
También dirijo la Oficina sobre el terreno en Liberia para incorporar una perspectiva de género, promover actividades encaminadas a mejorar el bienestar de mujeres y niños y sensibilizar sobre la necesidad de erradicar la violencia sexual y por razón de género.
Considero que mi labor como Voluntario de las Naciones Unidas ha contribuido a fortalecer la coordinación y el intercambio de información entre las instituciones de derechos humanos y otros asociados que trabajan en el país, incluidas agencias de las Naciones Unidas y ONG internacionales que son de vital importancia para la promoción y la protección de los derechos humanos.
Las organizaciones de la sociedad civil participan activamente en la vigilancia y la defensa de los derechos humanos a fin de aumentar la responsabilidad, la transparencia y el respeto del estado de derecho, por lo que frecuentemente colaboro con asociados de la sociedad civil y el gobierno para promover los derechos humanos en el país.
En una ocasión contacté con defensores locales de los derechos humanos y los movilicé para rescatar a una mujer que había sido acusada de practicar brujería en una comunidad rural. Se habían violado su libertad de movimiento, libertad de expresión, derecho a tratamiento médico y acceso a la justicia. Gracias a mi colaboración con agentes locales, esta mujer pudo acceder a tratamiento médico y se garantizó su derecho a la vida.
Traducido del inglés por la Voluntaria en línea ONU Zarina Riva García.