Hateme Krasniqi, una mujer ashkalí en mitad de la treintena, mantiene los ojos en la punta de su lápiz mientras escribe su nombre con esmero durante la clase semanal ofrecida a las mujeres del barrio por The Ideas Partnership. (Sarah Murphy, 2014)

Escribiendo su camino hacia el futuro

Esta es una historia de éxito del programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) / Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), componente de un proyecto colectivo de las Naciones Unidas en Kosovo fundado por las Naciones Unidas para la Seguridad Humana y puesto en marcha por The Ideas Partnership.

Con una concentración tranquila, Hateme Krasniqi, una mujer ashkalí en mitad de la treintena, mantiene los ojos fijos en la punta de su lápiz mientras dibuja con esmero una letra tras otra para deletrear su nombre: “HATEME”. Hoy, está envuelta en su abrigo de invierno mientras una llovizna helada cae fuera. Las manos de Hateme están frías y rojas, pero son cada vez más expertas en escribir su nombre. Pero esto es algo muy nuevo –y muy emocionante– para esta madre de seis hijos del barrio ashkalí marginado de Fushe Kosova, en Kosovo.

De hecho, en fecha tan reciente como este verano, Hateme y las otras nueve mujeres ashkalíes de esta clase de «alfabetización, aritmética y paternidad» sabían, probablemente, solo unas pocas letras cada una. Pero gracias a una clase semanal ofrecida a las mujeres del barrio por The Ideas Partnership (TIP), las mujeres están comprendiendo de forma gradual pero segura las habilidades sobre lectoescritura y matemáticas elementales que no se les enseñaron de niñas.

Iniciadas en junio de 2013 por la voluntaria de TIP Sarah Thibauld, el pasado mes de octubre las clases fueron incorporadas oficialmente a la estructura del proyecto TIP respaldado por el programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) enfocado a la alfabetización, la aritmética y la formación de los agentes de cambio de la comunidad en la zona ashkalí de Fushe Kosova, así como en la comunidad del barrio Plemetin, en Obiliq.

Como para muchas de las mujeres de la clase de Sarah, el entusiasmo de Hateme por la lectoescritura y por las matemáticas ha aumentado junto con sus crecientes habilidades en estos campos. Y quizás, particularmente, sus nuevas habilidades y su creciente entusiasmo no acaben en la propia Hateme, sino que vayan con ella a casa, donde se sienta alrededor del radiador con sus niños pequeños a jugar a juegos de abecedario y de deletreo.

De hecho, como profesora voluntaria, Sarah lo ve. Hateme y muchas de las otras mujeres de su clase ven su fortalecimiento personal a través de la alfabetización y de la aritmética como una hazaña no solo para ellas mismas, sino como una oportunidad para sacar el futuro de sus hijos de la pobreza. “Están trabajando realmente en alfabetización y en aritmética tanto para ellas mismas como para sus hijos”, dice Sarah.

De vuelta en el cálido salón de Hateme, su hijo más pequeño coge las piezas del juego del abecedario mientras Xhejlane, de 10 años, ensambla con cuidado letras para deletrear palabras sencillas en albanés. También alrededor del abarrotado radiador y disfrutando de los juegos, se encuentra el marido de Hateme, Agron, quien, con ocho años de educación primaria, ayuda como guía y refuerza lo que Hateme y sus hijos están aprendiendo.

El objetivo aquí es, por supuesto, práctico y pragmático, un medio para fortalecer a las mujeres marginadas y con poca formación y a sus familias. Pero viendo a la familia Krasniqi reírse y bromear unos con otros mientras juntos abrazan el aprendizaje de estas habilidades fundamentales, uno podría pensar que todo era solo por diversión. Por otro lado, ¿no puede ser ambas cosas?

Esta es una historia de éxito del programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU) / Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), componente de un proyecto colectivo de las Naciones Unidas en Kosovo fundado por las Naciones Unidas para la Seguridad Humana y puesto en marcha por The Ideas Partnership.

 


Artículo traducido del inglés por la Voluntaria de las Naciones Unidas en línea Teresa Aguilar.

Fushe Kosove, Kosovo*